No es una novedad, y de hecho fué una de las primeras cosas que yo vi de ella, de las que me llamaron la atención, al menos. Sin embargo, ahora que voló el tiempo, y de vez en cuando puedo arrebatarle esos grandes lentes que esconden a sus ojos, puedo encontrarme con el mejor regalo que yo puedo recibir de ella; una mirada desnuda que desborda sentimientos, al menos mejor de lo que yo podré plasmar jamás en un lienzo o en una canción. Son un par de ojos tan bellos, que no logro comprender por qué habría que esconderlos, casi como si fueran celosamente guardados del peligro... Han pasado cuatro días desde la última vez que la vi, y aún cuento los días que faltan (dos) para volver a ver esos hermosos ojos...
¿cuando la Luna se robó un par de estrellas y los usó para ver?...
CW.