14 febrero, 2010

y si el viento te dice, tú dile. . .



y de vez en cuando vendrá, amor, un viento que áspero e imponente quiera convencerte de que de tí me he olvidado, de que es a alguien más a quien yo quiero, que las lunas ya no se llenan por tí en mi conciencia, ni en mi recuerdo. más si le oyes tú sucias palabras al viento, recitale, amor, uno de mis versos, una de tantas historias que te he escrito, una de tantas cartas que he escrito y leído para tí a los cuatro vientos que ahora me desconocen.
dile que los mares abren impetuosas olas furiosas, celosas de no poder separarnos incluso mientras nos atraviesa la distancia, dile que los soles se consumen en días apagados que fugaces como estrellas que son, se extinguen por que tú y yo degustamos de la noche, dile eso, amor, que la noche nos acuna mientras las estrellas nos imitan al mirarnos, dile eso, sí, dile que yo te quiero y que todo lo que diga él, será por celos, envidia, falsedades salidas de un murmuro que vaga agonizante a nuestras costas. dile al viento, que en tu cuello, se hunde mi mirada, y en con tus manos se encuentran las mías, no importa lo que diga, no importa lo que haga.
dile que en la noche más oscura, nuestras palabras se las ingenian para encontrarnos, más allá de las lunas, más allá de los soles, dile que si nos ciega el destello natural de tus ojos, mis manos adivinan a las tuyas, nuestras cabezas se acercan, y nuestros labios se juntan, y entonces, el silencio invade el rededor y en nosotros arden llamas que corren de un cuerpo a otro, atravez de nuestras venas, pulsaciones que despiertan sensaciones en nuestras pieles que colisionan sutilmente.
dile que los cielos lloran los días que tú y yo nos vemos, que la soledad se encuentra a sí misma en su reflejo, y le miedo y el temor temen encontrarse a sí mismos, dile lo que quieras decirle, pero jamás le creas.
CW.