13 agosto, 2009

il tempo di nostra vita



los días pasan y se arrancan, cual hojas de un calendario. las memorias se escriben y se borran, cual apuntes en aquellos cuadernos. los amigos vienen y se van, cual personas en la calle. así es la vida, en constante movimiento perpetuo, aveces día, aveces noche; aveces brisa y a veces lluvia. es el tempo que avanza imparable y caprichoso, son estas paredes que nos ven nacer, y nos verán morir. es todo esto que llamamos vida, crecemos, estamos y nos vamos.

somos tan fugaces como aquellos cuerpos celestes que solíamos mirar, que ahora apenas y podemos adivinar en el manto de la ciudad. pero aún ellas viven milenios, nosotros duramos decadas. y vagamos igual de errantes en el espacio, preguntandonos nuestro siguiente destíno, adivinando titubiantemente nuestro próximo paso.

y nuestros pensamientos y sentimientos no son menos errantes y fugaces, sin embargo duran lo suficiente, lo suficiente para trascender en alguien más, y por un momento estar seguro, de que la eternidad se puede besar, luego mirar a los ojos y despedirse para siempre, hasta nunca jamás.

y el tiempo se burla de nosotros, florecemos y decaemos más rápido de lo que queremos, y al final todas aquellas preguntas que formulaste con el paso de los años, nos las llevamos a la tumba y con nosotros mueren. y nuestros ideales quedan olvidados como en un libro viejo que si tenemos suerte alguien los encontrará después. nuestros vienes materiales titubean su existencia en este mundo, dependiendo del valor que se le da.

y aveces, y solo a veces, nuestro epitafio dirá en él más allá que en sus palabras, que en nuestra vida, hicimos valer el tiempo. que en nuestra vida las dichas se comieron a las penas, que la desgracia floreció con la rosa de un ideal, que nuestro ejemplo guió a temerosos viajeros. y que nuestra sonrisa carcajeó más fuerte de lo que nuestras penas lloraron.

y al final, los soñadores alcanzan aquel sueño eterno. y los vividores se despiden para siempre de su vida, pero todos moriremos algún día por igual. aceptemoslo pues, y llevemos hasta la muerte nuestro preciado ideal.

CW