27 diciembre, 2009

aquella puerta y la mar. . .



alzad tu mirada hacia el horizonte y eso que ves, muy hacia lo lejos pero no inalcanzable, es la puerta de la felicidad, donde los sueños, tu mente y tu esperanza hace frontera con la realidad. allá donde tu mente se deja llevar, por la libertad de tus manos que con los vientos se hacen a la par. donde no es necesario adelantar un pie frente al otro para avanzar, donde la noche invita al sol a pasar, y en el día le devuelve el favor a la luna. donde los labios se juntan, no para platicar,
sino para sentirse y dejarse llevar. donde el color se puede oler, y la dulzura se puede ver, en los labios de una princesa probé su dulzura, y me cautivó su belleza. y en el cielo una nube, acunaba a una estrella, y la nube derramaba agua, y la estrella derramaba brillo, sobre los dos. una melodía acariciaba mi mente que rompía el silencio del ruido distante, ¿es mi imaginación que emprende vuelo otra vez? ¿o son sus labios que son veneno para mi angustia?
abre las puertas, os invito a un lugar, donde el suelo lo pone nuestras mentes, y nuestros corazones abren sendero a traves. donde las sombras hacen poemas con la luz, y la luz misma se atenúa para convidar un poco de brillo a la estrella, que está a punto de desvanecer en el horizonte, para renacer de nuevo al anochecer.
noche, permiteme ser oportuno, y preguntar a los vientos ¿a donde soplan los aciertos? es tan vano el dolor en este lugar, como es tan vano para el crédulo viajar a él.
princesa, toma mi estrella aventurate en la mar, solo con tus pasos abrirías camino al andar, toma por barca mi promesa que algún día no habrá más mar que navegar. y pronto darás cuenta que yo soy la mar.

CW.