23 noviembre, 2009

testamento



muerte, me dirijo a tí, de nuevo y desde mi lecho. quiero que sepas que a hoy, el día de mi partída; en esta vida nada tengo, y nada dejo. quiero que los que me rodean me recuerden más allá de mi lienzo, la vida que en ellos dejo, donde mi pluma es portadora de vida, que fluye desde mi alma hasta el lienzo, o almenos eso hacía. ahora permanezco aferrado a la existencia, sofocado por mis propios sentimientos, intoxicado por mis propias sustancias y envenenado por mis propios remedios.

quiero que aquella vida que dejé plasmada se levante de su lecho, y tome mi aliento, quiero que prevalecer en ellos, en mis creaciones. quiero ser el recuerdo, el portador de sentimentos. quiero mis palabras a los vientos, y mis escritos en los cielos, donde los ángeles lloren al leerlos, y los ríos se alimenten de su llanto, para ahogarse dentro de sí mismos. pues ¿qué es la vida sino un aliento? aliento tan frío y vano del tiempo, y de pronto todo colapsa sobre su propia existencia, es lo inevitable del tiempo, es el curso natural de las cosas.

y de aquellos que luchan por evadirlo, que sepas muerte, que siempre me he reído de ellos, y aunque hoy se burlen de mí en mi lecho; mañana me reiré de ellos, desde lo hondo del infierno que construí en vida y arrastré hasta la muerte, el cual lloraba y gritaba para no venirse conmigo; lo reservaré solo para ellos.

y cuando la muerte venga a buscarme, que se sepa que yo no le temo, que le espero paciente en mi lecho, escribiendo lo que serán mis últimas letras al viento, paciente. . . tranquilo. . . sereno. . . pues es la muerte, la única fiel amiga, que tarde o temprano te visita. y yo le quiero, le espero y le escribo.

toma amiga mi aliento, toma soledad mis escritos, haz con ello lo que el viento te ordene, y que el viento mismo cante mis sonatas. que la luna, el sol, las estrellas, la música, la muerte, la vida, la pena, la melancolía, el recuerdo, el olvido, la soledad, la compañia, y en especial la ironía, pero sobre todo el amor estén ahí en mi funeral, a ellos de quienes escribo, a ellos a quienes escribo. compañeros de mi mente, mil penas de noche fueron mil poemas al viento serán lo que podría dejar a mi compañera la noche.

dadme pues, muerte un beso y toma lo que me queda de aliento.
he vivido, soñado, amado, plasmado y hoy habré muerto.

CW.